El Instituto Nacional Electoral (INE) tiene previsto solicitar un presupuesto récord para el próximo año, superando la cifra de 23 mil millones de pesos, según lo proyectado por la institución.
De esta cantidad, aproximadamente 10 mil millones de pesos se destinarán a proyectos relacionados con la elección presidencial, mientras que el restante monto, cerca de 13 mil millones de pesos, será destinado para gastos operativos del INE.
Estos números han generado controversia, ya que el costo estimado para mantener al INE en funcionamiento durante el próximo año supera el gasto asociado a su misión principal: la organización de elecciones.
El INE ha sido objeto de críticas debido a su presunta adopción de prácticas pasadas que incluyen altos salarios para consejeros y asesores, así como otros gastos de lujo.
Además del presupuesto del INE, también se deben considerar los fondos asignados a los partidos políticos. Sumando ambos, la cifra asciende a más de 33 mil millones de pesos para el próximo año.
En un contexto en el que se espera que alrededor de 98 millones de personas estén registradas en el padrón electoral en 2024, el costo por voto podría ubicarse en alrededor de 18 dólares, excluyendo el abstencionismo.
Esta cifra contrasta notablemente con el costo del voto en otros países, como Brasil (12 dólares), Estados Unidos (11 dólares) y Francia (2 dólares), lo que podría posicionar al voto mexicano como uno de los más costosos a nivel mundial.
Cabe destacar que este cálculo no toma en cuenta los recursos adicionales destinados a los partidos políticos a nivel estatal, ni el financiamiento proporcionado para institutos electorales locales o tribunales electorales. La discusión en torno a estos montos y la justificación de los gastos continúa generando debate en el ámbito político y público del país.