La gastronomía mexicana se ha consolidado como un pilar estratégico del turismo y la economía nacional. Según datos de la Secretaría de Turismo, este sector impacta a más de 80 cadenas productivas, demostrando que su influencia va mucho más allá del ámbito cultural.
Un estudio reciente de Human Connections Media, “El auge global de la comida mexicana: identidad, moda y oportunidad”, indica que 30% del gasto de los turistas internacionales se destina al disfrute de la cocina mexicana. Este fenómeno refleja tanto la fortaleza del sector como su capacidad de atraer divisas y generar derrama económica en múltiples niveles.
El éxito de la gastronomía nacional responde en buena medida a la innovación de chefs y empresarios que combinan creatividad con autenticidad. Figuras como Jorge Vallejo, de Quintonil, y Santiago Lastra, del restaurante KOL en Londres, han impulsado ingredientes autóctonos —como los escamoles— a la escena global, reforzando la reputación internacional de la cocina mexicana.
La repercusión económica del sector abarca desde la agricultura y la ganadería hasta el transporte, la logística y la industria del empaque. Actualmente, la gastronomía representa 3.2% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y 13.4% del PIB turístico. Con más de 680 mil restaurantes formales operando en el país, el sector genera aproximadamente 3.8 millones de empleos directos.
De cara a 2025, se espera un crecimiento sostenido de entre 5.5% y 6%, impulsado por el auge del turismo gastronómico y el reconocimiento internacional de la cocina mexicana. La llegada de la Guía Michelin y los galardones obtenidos por distintos estados fortalecen la proyección del sector como un atractivo global, capaz de atraer viajeros y posicionar a México como referente culinario.
Para los negocios locales —restaurantes, mercados y puestos callejeros—, el turismo gastronómico se ha convertido en una fuente de ingresos clave. La aportación de la gastronomía al PIB turístico y su conexión con diversas actividades productivas consolidan al sector como un actor estratégico dentro de la economía nacional, capaz de generar riqueza, empleo y posicionamiento internacional.