A lo largo de la República mexicana, la llegada del Año Nuevo provoca que una gran cantidad de familias se preparen para reunir a sus seres queridos y celebrar de manera especial. Durante esta festividad, se elaboran platillos típicos que requieren preparación desde horas o incluso días antes, asegurando que los alimentos lleguen con organización y sabor a las mesas de quienes festejarán esta fecha.
Pierna o lomo de cerdo al horno
Esta opción es de las más comunes para la celebración. La pierna o lomo de cerdo se prepara al horno y, en ocasiones menos frecuentes, a la parrilla. Se adoba con especias, chiles, vino o jugos de frutas, y simboliza abundancia y bienestar económico para el nuevo ciclo.

Tamales
Amados por muchos y odiados por algunos, los tamales son otra opción tradicional. Pueden ser de carne, frijoles o queso, y representan un símbolo de identidad mexicana. Su practicidad los hace ideales para compartir durante la cena de Año Nuevo.

Pozole
El pozole no puede faltar en la mesa. Su preparación requiere varias horas y numerosos ingredientes, pero es ideal para disfrutar en familia, ya que simboliza unión y convivencia.

Ensalada de manzana
Este postre clásico se prepara con manzana, crema, nuez y frutas. Su sabor dulce representa armonía y buenos augurios para el año que comienza, acompañando la cena de manera deliciosa.

Las 12 uvas y la sidra
La tradición de comer 12 uvas al ritmo de las campanadas sigue vigente. Cada uva representa un deseo para los próximos meses, mientras que la sidra o vino espumoso se brinda como símbolo de celebración y nuevos comienzos. Los deseos pueden ser de salud, bienestar económico o amor, según la preferencia de cada persona.
