Las autoridades federales informaron que el arma utilizada en el asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, está vinculada con al menos dos ataques previos entre grupos criminales que operan en la misma región de Michoacán.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, detalló que desde diciembre de 2024 el edil contaba con seguridad asignada, la cual fue reforzada en mayo pasado con 14 elementos de la Guardia Nacional para vigilancia periférica, además de personal municipal que integraba su escolta inmediata.
De acuerdo con las primeras indagatorias, el agresor —quien murió tras el ataque— ya fue ubicado mediante cámaras de videovigilancia, trazando sus desplazamientos previos al atentado. Autoridades también recaban testimonios y videos de comercios cercanos para robustecer la investigación.
García Harfuch señaló que no se descarta ninguna línea de investigación y aseguró que no habrá impunidad. En paralelo, el secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla, confirmó que la protección al alcalde se había incrementado gradualmente, con dos vehículos oficiales y los 14 elementos federales sumados al equipo municipal de resguardo.
Tras el homicidio, la presidenta Claudia Sheinbaum convocó al Gabinete de Seguridad a una reunión de emergencia para definir el plan de acción. Durante las primeras labores de coordinación, autoridades estatales y federales detuvieron a dos personas relacionadas con los hechos, mientras que otro de los agresores murió en el sitio.
Las fuerzas federales mantienen operativos y patrullajes en la zona, mientras la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana anunció una conferencia de prensa para ampliar información y los avances sobre el caso.