Una controversia ha estallado en Long Beach, California, después de que una mujer de origen mexicano corriera a un tamalero que realizaba su trabajo en la zona.
A través de redes sociales se hizo viral el video donde exhiben a una mujer llamada Sandra confrontando al tamalero de nombre Antonio, quien estaba ubicado frente a su casa haciendo sonar su bocina. La señora le reclama que dejara de hacer ruido, argumentando que sus perros se alteraban y cuestionando dónde estaban sus permisos para vender el producto gastronómico en la calle, por lo que el hombre quedó sorpendido por el mal trato que recibía de su compatriota.
“Te voy a decir cuando vengas a vender tamales, sin licencia y sin permiso, vete para allá y pita de ese lado para que mis perros no hagan eso, porque cuando lo hacen, molestan a toda la gente. Todos mis perros están registrados, están vacunados y como gente decente te dije por favor que pitaras allá”, comentó.
Durante la discusión, la mujer instó al tamalero a regresar a México y a cumplir con los pagos de impuestos, como un comerciante formal. Afirmó que en Estados Unidos se deben pagar impuestos y cumplir con las regulaciones.
“El sol sale para todos, pero por eso se pagan intereses, se pagan impuestos, se pagan empleados. De ese dinero que tú sacas no pagas impuestos, no pagas lo que un negociante paga cuando renta, cuando paga cuentas... Paga bien al gobierno lo que tienes que pagar, si no quieres pagar aquí con este gobierno, vete para México y allá en México hacen lo que uno quiere, aquí no estás en México, estás en los Estados Unidos, compórtate”, expresó la mexicana.
Además, el vendedor señaló que la mujer lo había insultado llamándolo "hijo de put@".
Latinos se unen y confrontan a la mexicana
El incidente tomó un giro inesperado cuando varios migrantes y vecinos de la comunidad latina confrontaron a la mujer en su casa. Utilizando un megáfono, expresaron su descontento con los comentarios racistas y exigieron una disculpa pública.
Uno de los vecinos defendió al vendedor de nombre Antonio y lo calificó como un miembro valioso de la comunidad.
En respuesta, la mujer afirmó estar orgullosa de sus raícies mexicanas y expresó arrepentimiento por su comportamiento. Afirmó sentir tristeza por no haberse comunicado adecuadamente y admitió que se había equivocado en su actitud hacia el tamalero.
“Antonio quiere que le pida disculpas por la forma en la que me comporté con él, le estoy pidiendo disculpas, porque en la forma en la que yo me comuniqué con él fue muy incorrecta, estaba enojada”, comentó.
“A mí me molesta que la gente piense que soy mala. Yo no soy mala, me da mucha tristeza que no supe cómo comunicarme contigo y, sinceramente, Antonio, estoy bien triste porque yo me considero una persona mejor y me comporte como una pende%$”, añadió.
El incidente ha abierto un debate en línea sobre las tensiones dentro de las comunidades migrantes y la importancia de la empatía y el respeto mutuo. Las redes sociales se han llenado de opiniones divergentes, con algunos usuarios condenando la actitud de la mujer y otros elogiando la valentía de los vecinos en su defensa del tamalero.
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