Terapias de conversión aumentan el riesgo en salud mental
Un reciente estudio publicado en 'The Lancet Psychiatry' revela una inquietante conexión entre las terapias de conversión sexual y la salud mental en personas del colectivo LGTBI+.
Investigadores de varias universidades estadounidenses analizaron datos de 4,426 adultos y encontraron que quienes habían pasado por estas prácticas enfrentan un mayor riesgo de depresión, trastorno de estrés postraumático y pensamientos suicidas.
De los encuestados, el 3.4% reportó haber sufrido intentos de cambiar su orientación sexual, mientras que el 1% mencionó haber sido objeto de intentos de alterar su identidad de género.
Alarmantemente, más de la mitad de estas terapias fueron conducidas por líderes religiosos, y un 29% por profesionales de salud mental.
El estudio señala que los síntomas de problemas de salud mental son especialmente pronunciados en participantes transgénero, aunque los pensamientos suicidas son más comunes entre personas cisgénero.
El doctor Nguyen Tran, de la Universidad de Stanford, enfatiza que estos hallazgos subrayan la necesidad de prohibir estas prácticas dañinas y de crear redes de apoyo para los sobrevivientes.
Sin embargo, el estudio también reconoce limitaciones, ya que se basa en testimonios que podrían estar sesgados por recuerdos distorsionados y no consideró el impacto del rechazo familiar en la salud mental de los participantes.
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