Las persistentes especulaciones sobre la salud del presidente ruso, Vladimir Putin, han ganado fuerza en los últimos meses, alimentando teorías y debates en todo el mundo occidental. Las sospechas se basan en una serie de pistas inquietantes, incluyendo su apariencia física y documentos filtrados, que sugieren que Putin podría estar lidiando con graves problemas médicos, como cáncer de páncreas, cáncer de tiroides y la enfermedad de Parkinson.
Pistas preocupantes en la apariencia de Putin
Varias imágenes y videos recientes han dado lugar a especulaciones sobre la salud del líder ruso. En un clip publicado en abril de 2022, se puede ver a Putin temblando violentamente mientras estrechaba la mano del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, en el Kremlin. Además, otras apariciones públicas durante la invasión de Ucrania lo mostraron sin aliento, tropezándose con las palabras o luciendo exhausto.
En diciembre de ese mismo año, se informó que Putin sufrió una caída en su residencia oficial, lo que provocó rumores sobre su salud. Fotografías que mostraban supuestas marcas de tratamiento intravenoso en el dorso de su mano también alimentaron la especulación sobre el cáncer.

Movimientos corporales incontrolables y cambios físicos
Además de los temblores evidentes, se han documentado movimientos corporales incontrolables en Putin, lo que ha llevado a más especulaciones sobre la enfermedad de Parkinson. Observadores han señalado su aparente debilidad en reuniones y la necesidad de apoyarse en una mano para mantenerse erguido.
En mayo del año pasado, algunas personas notaron una aparente hinchazón en la cabeza de Putin durante una reunión virtual del consejo de seguridad de Rusia. Hubo afirmaciones audaces de que su cabeza había sido unida artificialmente a su cuerpo en imágenes manipuladas para ocultar su enfermedad.
Documentos filtrados y declaraciones de fuentes cercanas
En noviembre de 2022, correos electrónicos filtrados vistos por The Sun Online revelaron información de una fuente de inteligencia rusa cercana al Kremlin. La fuente afirmó que Putin había sido diagnosticado con la enfermedad de Parkinson en etapa temprana, así como cáncer de páncreas. También se mencionó que Putin recibía tratamiento con esteroides y analgésicos para frenar la propagación del cáncer.
De acuerdo con el medio ingles, una investigación realizada en abril del año pasado reveló que el mandatario ruso está “constantemente” acompañado por un médico especializado en cáncer de tiroides.
El informe del medio de investigación Proekt, bloqueado en Rusia, afirma que el cirujano Yevgeny Selivanov, del Hospital Clínico Central de Moscú, visitó al líder ruso no menos de 35 veces en el balneario de Sochi, en el Mar Negro.
Señala que el área de especialización del respetado médico es el cáncer de tiroides.
El informe continúa identificando a los médicos que viajan regularmente con Putin, especialmente en Sochi, donde, según se informa, lo acompaña un neurocirujano.
Además, el informe afirma que Vladimir Putin ya "mostró públicamente interés en el problema del cáncer de tiroides" después de reunirse con el director del Centro Nacional de Investigación Médica de Endocrinología, Ivan Dedov, en 2020.
El analista político Valery Solovey también ha sostenido que Putin padece varias enfermedades graves, incluyendo cáncer, enfermedad de Parkinson y un trastorno esquizoafectivo, y ha afirmado que su salud se está deteriorando dramáticamente.
Efectos en su liderazgo durante la guerra
Estas preocupaciones sobre la salud de Putin han llevado a especulaciones sobre cómo podría estar afectando su juicio y liderazgo en la caótica guerra en Ucrania. Expertos han señalado que su aparente debilidad física podría tener un impacto en su capacidad para tomar decisiones y liderar con eficacia.
Aunque los rumores sobre la salud de Vladimir Putin siguen circulando, el Kremlin ha negado repetidamente cualquier problema de salud grave del presidente ruso.