Los incendios forestales en la región de Valparaíso, Chile, han dejado al menos 46 personas fallecidas, según anunció el presidente chileno, Gabriel Boric, en una cadena nacional desde el palacio presidencial La Moneda.
La ola de incendios se ha convertido en la situación más mortífera en los últimos tiempos, casi duplicando el balance de los fuegos del año pasado, que ya habían registrado un récord de 27 muertes.
Incluso, el gobierno chileno afirmó que ha sido la mayor tragedia que se ha visto desde el terremoto del 2010.
Boric expresó su preocupación por las condiciones extremas que dificultan la contención de los incendios, incluyendo altas temperaturas, fuertes vientos de hasta 60 kilómetros por hora y baja humedad.
En un llamado a la evacuación inmediata, el presidente instó a la población a seguir las indicaciones de las autoridades.
En la región de Valparaíso, hay al menos cuatro grandes incendios activos, afectando áreas urbanas y sectores industriales.
Las llamas han alcanzado zonas muy pobladas alrededor de Viña del Mar, generando una nube tóxica debido a las explosiones en almacenes químicos y fábricas afectadas.
Ante la situación crítica, se impuso un toque de queda de 12 horas en las áreas no evacuadas.
Boric reconoció que existen sospechas de que algunos incendios pudieron haber sido provocados intencionalmente, y aseguró que se llevará a cabo una investigación exhaustiva.
A pesar de las lluvias registradas durante el invierno, los expertos habían alertado sobre la persistencia de la sequía en la zona central-sur de Chile, lo que propicia la presencia de vegetación fina y muerta fácilmente combustible.
El Gobierno chileno, enfocado en salvaguardar vidas, continúa las labores de rescate y extinción de fuego en medio de esta emergencia.
