Menores en Haití se unen a bandas criminales por hambruna
La mitad de los menores haitianos enfrentan inseguridad alimentaria, y entre el 30% y el 50% de las pandillas reclutan a menores.
La grave crisis humanitaria en Haití ha llevado a muchos menores a unirse a bandas criminales en busca de alimento, según la ONG Save The Children.
La organización ha recibido informes de jóvenes que han cometido actos violentos, como asesinatos y secuestros, con el fin de conseguir comida.
El asesor de alimentación y medios de subsistencia de la ONG ha destacado que la desesperación por el hambre ha llevado a un creciente número de niños y adolescentes a recurrir a las estructuras criminales para sobrevivir.
Cabe señalar que la situación alimentaria en la isla es crítica, con la mitad de los menores de Haití sufriendo inseguridad alimentaria.
Según la ONU, entre el 30% y el 50% de las bandas criminales del país reclutan a menores, algunos de ellos obligados por los delincuentes y otros como consecuencia de la crisis.
En los primeros tres meses de este año, 82 jóvenes han muerto o resultado heridos en incidentes relacionados con la violencia, lo que representaun aumento del 55% en comparación conel último trimestre de 2023.
Foto: EFE
Desde que las bandas criminales han tomado el control de gran parte de Haití, el acceso a los alimentos se ha vuelto más difícil y los precios de los productos básicos han aumentado significativamente.
Muchas familias luchan para comer una vez al día, y algunas madres solteras incluso se han visto obligadas a considerar o dedicarse al trabajo sexual para mantener a sus hijos.
La falta de apoyo continuo en los campos de desplazados podría llevar a que las bandas recluten a los niños más vulnerables.
Sin embargo, la situación se agrava con la falta de paz y seguridad en el país, a pesar del nombramiento de un nuevo primer ministro.
La violencia en las calles continúa, con asaltos, tiroteos y vandalismo, lo que ha llevado a un éxodo de familias en busca de zonas más seguras.
Mientras que las autoridades han extendido el toque de queda en el departamento del Oeste del país para intentar controlar la situación, pero se requiere una respuesta urgente y sostenida para abordar esta crisis humanitaria y proteger a los niños y adolescentes más vulnerables.
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