Los barcos de la flotilla Global Sumud, integrada por más de 40 embarcaciones y más de 500 voluntarios procedentes de distintos países del Mediterráneo, fueron rodeados este miércoles por buques de la Armada israelí frente a las costas de Gaza.
Según adelantó el ministro de Defensa de Italia, Guido Crosetto, los ocupantes serán trasladados a Israel para su posterior expulsión.
“Todas las barcas están rodeadas y deberían ser trasladadas al puerto de Ashdod, donde después cada país deberá encargarse de sus connacionales”, declaró Crosetto a la televisión pública RAI, al tiempo que pidió que la operación se lleve a cabo “sin riesgos” y con calma.
De acuerdo con fuentes de la delegación italiana citadas por EFE, la Marina israelí ya interceptó dos barcos identificados como el Alma y el Sirux.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Italia, Antonio Tajani, solicitó a su homólogo israelí que la intervención se desarrolle sin violencia y confirmó que los cooperantes serían expulsados por vía aérea tras su llegada a Ashdod.
El gobierno de Giorgia Meloni había ofrecido a la flotilla entregar la ayuda humanitaria en Chipre, bajo custodia del Patriarcado de Jerusalén, evitando así la llegada directa a Gaza, pero la propuesta fue rechazada por los activistas.
Entre los participantes figuran 58 italianos, incluidos representantes políticos como las eurodiputadas Benedetta Scuderi (Alianza Verde e Izquierda) y Annalisa Corrado (Partido Demócrata), el diputado Arturo Scotto y el senador Marco Croatti, del Movimiento 5 Estrellas.
La interceptación de la flotilla se produce en un contexto de alta tensión. Este mismo miércoles, el Ejército israelí reportó la intercepción de cuatro proyectiles lanzados desde el norte de Gaza, mientras un quinto cayó en una zona abierta. Las alarmas antiaéreas sonaron incluso en Ashdod, ciudad a 40 kilómetros del enclave palestino.