En julio de 1976, Estados Unidos fue testigo de un dramático secuestro masivo en Chowchilla, California.
En el último día del verano, un autobús escolar con 26 niños y su conductor fue secuestrado por tres jóvenes armados.
Los rehenes fueron llevados a una cantera, donde los obligaron a entrar en una camioneta que luego enterraron bajo tierra.
Los secuestradores, James y Richard Schoenfeld y Frederick Newhall Woods, planearon mantener a las víctimas bajo tierra mientras solicitaban un rescate de 5 millones de dólares.
Durante 16 horas, los rehenes, incluidos el conductor Edward Ray y el niño mayor Michael Marshall, permanecieron en completa oscuridad sin comida ni ventilación.
En un acto heroico, Ray y Marshall idearon un plan de escape: usaron colchones para elevarse y cavaron a través del techo de la camioneta, logrando así salir a la superficie.
El FBI capturó a los secuestradores 14 días después.
Aunque todos los rehenes sobrevivieron, el trauma del secuestro les ha afectado profundamente. Richard y James Schoenfeld obtuvieron libertad condicional en 2012 y 2015, respectivamente.
Frederick Newhall Woods enfrentó múltiples rechazos en sus solicitudes de libertad condicional, pero finalmente fue declarado apto para la libertad condicional el 25 de marzo de 2022.