El aire que inhala la población está compuesto por diversas partículas suspendidas, como el monóxido de carbono, el ozono, el dióxido de nitrógeno y el dióxido de azufre, las cuales pueden tener efectos adversos en la salud humana.
Recientemente, se ha registrado un avance importante para la salud pública en Europa. Un estudio divulgado en Nature Communications revela que los niveles de contaminación del aire han experimentado mejoras en el continente durante las últimas dos décadas.
Sin embargo, a pesar de estos progresos, la mayor parte de la población europea reside en áreas donde la calidad del aire sigue excediendo los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
Los científicos también evaluaron la frecuencia de los "días de contaminación compuesta", donde se superan los límites de dos o más contaminantes simultáneamente.
Durante el estudio, se observó una reducción generalizada en los niveles de partículas en suspensión (PM2,5 y PM10) y dióxido de nitrógeno (NO2) en la mayor parte de Europa.
Específicamente, los niveles de PM10 experimentaron la mayor disminución durante el período analizado.
Sin embargo, se registró un aumento anual del 0,58% en los niveles de ozono en el sur de Europa, lo que resultó en casi cuadruplicar el número de días con mala calidad del aire en la región.
A pesar de las mejoras generales, durante el período estudiado, el 86.3% de los habitantes europeos experimentaron al menos un día al año con esta forma de contaminación.
¿Qué medidas debería adoptar América Latina para controlar los niveles de contaminación?
Según Timoteo Marchini, investigador del Conicet y el Hospital Universitario de Friburgo, "para disminuir la contaminación en América Latina es crucial abordar tres frentes: la producción de energía eléctrica, la actividad industrial y el transporte".
Por su parte, el doctor en bioquímica Marchini, destacó la importancia de tomar medidas en tres áreas clave para abordar el problema:
- La principal fuente de energía en América Latina proviene de la quema de combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón. Por eso, se sugiere aumentar el uso de fuentes de energía renovable, como la solar y la eólica, para reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
- En cuanto a la actividad industrial, es necesario considerar la reubicación de las instalaciones industriales fuera de las áreas urbanas y establecer regulaciones más estrictas para controlar las emisiones contaminantes.
- En el ámbito del transporte, se requiere implementar un cambio significativo, promoviendo el uso de la bicicleta de manera accesible, segura y económica.