Quizá uno de los personajes más reconocibles en todo el mundo es Santa Claus, figura central de la Navidad del lado comercial, la cual se construyó con diferentes piezas a lo largo de la historia.
Él fue el Santa Claus "original"
El mito de esta figura comenzó en el siglo IV, cuando se comenzó a reconocer a San Nicolás de Bari, quien era famoso en la comunidad de Mira por su generosidad extrema, especialmente con los niños y personas de escasos recursos.
Cuenta la leyenda que un día, San Nicolás regaló varias bolsas con oro a un hombre para las dotes de sus hijas, estas fueron arrojadas desde una chimenea de su casa y cayeron dentro de calcetines colgados sobre esta, los cuales se estaban secando; de ahí nace la tradición de poner calcetines junto a la chimenea.

Así nació el nombre Santa Claus
La historia de San Nicolás de Bari fue creciendo con el tiempo y llegó a lugares lejanos como los Países Bajos, donde su nombre se pronuncia como "Sinterklaas", a quien se representaba vestido de rojo, con barba blanca y montando un caballo blanco.
Con el paso del tiempo, cuando los inmigrantes holandeses llegaron a Estados Unidos, llevaron consigo sus costumbres, mitos y leyendas, incluidos al querido "Sinterklaas".
Fue al momento de fundar Nueva Ámsterdam, hoy Nueva York, que al intentar pronunciar el nombre de este personaje en inglés, se escuchaba similar a "Santa Claus", por lo que con el tiempo se le estableció este nombre.

¿De dónde viene la magia de Santa Claus?
Aunque hasta ahora ya vimos de dónde viene la figura de Santa Claus, falta ponerle ese toque mágico que lo distingue y que le permite volar por todo el mundo para visitar a los niños, el cual fue agregado de una figura de la mitología nórdica: Odín.
Previo a que se estableciera el cristianismo en más rincones del mundo, los pueblos nórdicos y germánicos celebraban el Yule, que era una cacería celebrada por el dios Odín, quien recorría el cielo montado en Sleipnir, su caballo volador de ocho patas. Este mito refiere que si los niños dejaban botas con paja para el caballo, el "Padre de Todos" los recompensaba con dulces y regalos.

Este hombre "creó" la figura de Santa Claus
Teniendo ya una persona real en qué basarse, un nombre y magia proveniente de la mitología, faltaba terminar de enlazar todo para crear esta figura que todos conocemos.
Los toques finales a la imagen fueron agregados en el siglo XIX, primero en 1823 por el poeta Clement Clarke Moore, quien en su obra "Una Visita de San Nicolás", introdujo los renos con todo y un nombre.
Finalmente, en 1863, el caricaturista Thomas Nast dibujó al ícono que hoy en día vemos por todos lados durante estas fechas: un hombre de aspecto regordete con su traje rojo, desmintiendo así la creencia de que el personaje fue creado por una refresquera,
