Un audio nunca antes escuchado del sumergible Titán que implosionó el verano pasado ha sido publicado como parte de un nuevo documental.
Cinco personas perdieron la vida después de que el sumergible de OceanGate descendiera al Océano Atlántico, donde debía viajar a unos 12,5000 pies bajo el nivel del mar para ver los restos del Titanic.
Aproximadamente una hora y 45 minutos después del viaje, la nave nodriza en la superficie perdió contacto con el Titán, lo que significa que su ubicación era completamente desconocida.
La situación motivó una misión de búsqueda para intentar salvar a los que estaban a bordo antes de que se quedaran sin oxígeno, pero cuando se descubrieron piezas del sumergible en el océano, se reveló que Titán había sufrido una "implosión catastrófica".
Un nuevo documental ofrece más información sobre los momentos finales del Titán y las cinco personas a bordo: el director ejecutivo de OceanGate, Stockton Rush, el experto francés en el Titanic, Paul-Henri Nargeolet, el multimillonario británico Hamish Harding, el empresario Shahzada Dawood y su hijo Sulaiman Dawood.
El documental llama la atención sobre los ruidos de golpes que detectó la Fuerza Aérea Canadiense durante la búsqueda, que se realizaba cada 30 minutos en las profundidades del océano.
Los informes sobre los golpes llevaron a teorías escalofriantes de que podrían ser aquellos a bordo los que hacían los ruidos, tal vez en un intento de llamar la atención sobre sí mismos y ayudar en el rescate.
El audio del golpe aparece en el documental The Titan Sub Disaster: Minute by Minute, que se emitirá durante dos noches, los días 6 y 7 de marzo.
En el documento, el ex capitán de submarino de la Armada Ryan Ramsey comenta: "Podría ser alguien llamando a la puerta, la simetría entre esos golpes es muy inusual.
"Es rítmico, es como si alguien estuviera haciendo ese sonido, y el hecho de que se repita es realmente inusual".
El sonido se registró por primera vez alrededor de las 23:30 horas y la Marina de los EUA confirmó los informes de los ruidos a la mañana siguiente.
Las especulaciones de que los ruidos provenían de la tripulación del Titán se desvanecieron cuando se determinó que el submarino había implosionado el día de su desaparición.