Agencias - Al norte de Rumanía, en la frontera con Ucrania, existe un camposanto rebosante de color, pero también de humor negro. Se trata del Cementerio Alegre de Sapanta, en Maramures, un lugar en el que reírse de la muerte y uno de los cementerios más bonitos del mundo.En Sapanta la muerte no es un “desenlace fatal” sino un punto de partida a una vida mejor.Las satíricas lápidas de este uniforme cementerio alegre tienen una cruz de madera de roble de color azul eléctrico (que simboliza el cielo al que van las personas y que se conoce como azul de Sapanta) y en ellas están pintadas escenas multicolor representativas de la vida o muerte del fallecido, acompañadas de originales rimas versificadas en rumano acerca de las mismas, junto con su nombre.Poemas, lemas y textos nos explican momentos curiosos y anécdotas de la vida del difunto, sus cualidades y defectos, su empleo u ocupación, sus mejores momentos en vida, todo ello narrado en primera persona y a veces de forma muy irónica.La pequeña biserica (iglesia del cementerio) en la cual se celebran algunas misas, es también muy peculiar.A la salida hay bastantes tiendas de recuerdos y souvenirs, imanes, gorros típicos de Maramures, llaveros, algo de cerámica y muchos más productos.El Cementerio Alegre ocupa el primer puesto entre los monumentos funerarios más visitados en Europa y el segundo del mundo después del Valle de los Reyes, en Egipto.