Descubren gusanos resistentes a la radiación en Chernóbil
Tras casi cuatro décadas desde el devastador accidente, investigadores han descubierto que los diminutos gusanos conocidos como nematodos (Oscheius tipulae), que residen en la zona de Chernóbil, no muestran signos de daño en sus genomas.
Este fenómeno se atribuye a la notable resistencia de esta especie ante la radiación.
Aunque más de 8 millones de personas fueron afectadas por la radiación en Chernóbil y se vieron obligadas a abandonar la región, sorprendentemente, aún hay vida en la zona, incluyendo animales, plantas y otros organismos que continúan habitando allí a pesar de los niveles elevados de radiactividad.
Según un grupo de biólogos de la Universidad de Nueva York descubrieron que los pequeños animales que residen en Chernóbil actualmente no sufren los efectos de la radiación provocada por el desastre nuclear.
Estudios anteriores habían observado que los animales en la zona son física y genéticamente distintos a sus contrapartes de otras regiones.
Los científicos están preocupados por el impacto a largo plazo de la radiación en el ADN de las especies en Chernóbil.
Para investigar este fenómeno, recopilaron muestras de frutas y tierra del área donde habitan los gusanos y compararon los genomas de 15 ejemplares de la zona con los de otros cinco ejemplares de la misma especie de diferentes regiones del mundo.
Los científicos encontraron que los nematodos O. tipulae en Chernóbil no mostraban daños en sus genomas debido a la radiación. En cambio, los cambios en su ADN parecían estar relacionados con otras causas no asociadas con la radiación.
Potencial impacto en la investigación médica
Los gusanos nematodos que resisten la radiación en Chernóbil han despertado el interés de los científicos en términos de investigaciones médicas.
Si bien esto no implica que la zona sea segura para visitar, el estudio podría ofrecer valiosas perspectivas sobre los mecanismos de reparación del ADN en humanos.
Según Science Report, este descubrimiento podría conducir al desarrollo de nuevos medicamentos y proporcionar una comprensión más profunda de cómo diferentes personas responden a los daños en el ADN.
Esto podría ser crucial para identificar factores de riesgo relacionados con la susceptibilidad a los carcinógenos.
Comentarios
Notas Relacionadas