'Debería haberme matado': padre del tirador de Texas

El padre de Salvador Ramos, quien mató a 21 personas en una escuela primeria en Texas, admitió haber tenido una relación distante y tensa con su hijo de 18 años

El padre del tirador de la escuela primaria en Uvalde, Texas, expresó que lamenta que su hijo matara a 21 personas, incluidos 19 niños, y consideró que "debería haberme matado a mí".En entrevista con The Daily Beast, Salvador Ramos, de 42 años, dijo: "Solo quiero que la gente sepa que lo siento, hombre, [por] lo que hizo mi hijo".Destacó que su hijo no estaba naturalmente inclinado a la violencia, pero que se enojaba más a medida que crecía."Debería haberme matado, ya sabes, en lugar de hacerle algo así a alguien", expresó Ramos, luego de que su hijo irrumpiera en la escuela con un rifle estilo AR-15, comprado legalmente, y abriera fuego contra una clase de cuarto grado y sus maestros.Ramos comentó que nunca esperó que su hijo menor, que también se llamaba Salvador, realizara algo así y lo describió como una "una buena persona" que "se apegó a sí mismo". Asimismo, admitió que la relación que tenía con el joven era distante y difícil.Culpó de la distancia al hecho de que su propia madre sufre de cáncer, lo que significa que se ha estado aislando con ella debido a Covid. Dijo que su hijo se frustró con las restricciones hace un mes y dejó de hablar con él. "Mi madre me dice que probablemente también me habría disparado a mí, porque (Salvador) siempre decía que no lo amaba", confesó su padre, quien aunque culpa principalmente de lo ocurrido a su ex pareja, quien ha sido descrita como drogadicta, se sabe que él cuenta con antecedentes penales por agredir a su otra hija, hermana del tirador, quien ahora tiene 21 años y vive lejos de la familia, ya que está enlistada en la Marina. "Mi hija, supongo, cambió su vida, se fue a la Marina", dijo. "Desearía que mi hijo se hubiera ido y cambiado su vida". El padre de Salvador se enteró del tiroteo en la primaria de Uvalde hasta que su mamá le llamó para decirle lo que había pasado. Entonces, comenzó empezó a llamar a las cárceles preguntando si su hijo estaba ahí.Pero después, supo que a su hijo había sido abatido en el lugar por los agentes. "Mataron a mi bebé", dijo entre lágrimas. Agregó: "Nunca volveré a ver a mi hijo, al igual que ellos no verán a sus hijos. Y eso me duele".Por último, dijo estaba dando la entrevista porque "quiero que la historia de mi hijo se conozca". "No quiero que lo llamen monstruo... no saben nada, hombre", dijo. "No saben nada por lo que estaba pasando".


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