Los atropellos masivos intencionados han aumentado en frecuencia en las últimas décadas. Estos incidentes, donde vehículos son utilizados deliberadamente para embestir a multitudes, han ocurrido en diversas partes del mundo, impulsados por factores como enfermedades mentales, conflictos personales o deseos de venganza.
Estadísticas y casos destacados
Aunque no existe un registro global exhaustivo, múltiples informes y bases de datos documentan estos sucesos. Algunos ejemplos recientes incluyen:
Zhuhai, China (2024): Un hombre, molesto por la distribución de bienes tras su divorcio, condujo sobre una pista de atletismo, causando 38 muertes y 48 heridos.
Magdeburgo, Alemania (2024): Un ataque en un mercado navideño dejó cinco muertos y más de 200 heridos; el hombre trabajaba desde marzo de 2020 como psiquiatra en una clínica de rehabilitación especializada para delincuentes con adicciones en Bernburg. "Es una persona psicológicamente perturbada, con un exagerado sentido de la propia importancia", declaró a la agencia de noticias AFP.
Amqui, Quebec (2023): Un conductor embistió a peatones, resultando en tres fallecidos y ocho heridos. El conductor, de 38 años y residente en la zona, se entregó a la policía y fue detenido como sospechoso de atropello mortal.
Tampa, Florida (2025): Un hombre arrolló a peatones en dos ubicaciones, causando una muerte y seis heridos antes de ser abatido por la policía. De acuerdo con investigadores, el sospechoso, de 46 años, tenía un “largo historial de antecedentes penales” y dos años antes había salido en libertad de la cárcel.
Vancouver, Canadá (2025): Un conductor deja 11 muertos al embestir una multitud en un festival filipino. El sospechoso, un hombre de 30 años, con antecedentes de problemas de salud mental, ya conocido por la policía, fue detenido en el lugar.
Motivaciones comunes
Las razones detrás de estos atropellos masivos no terroristas incluyen:
Enfermedades mentales: Muchos perpetradores presentan trastornos psiquiátricos no tratados.
Conflictos personales: Peleas familiares, como divorcios o problemas laborales, pueden desencadenar estos actos.
Deseos de venganza: Algunos atacantes buscan represalias por agravios percibidos, como en el caso de un hombre en Carolina del Sur que embistió a asistentes de un funeral por resentimiento hacia una agencia estatal. ([Wikipedia][2])
Influencias ideológicas: Aunque no siempre clasificadas como terrorismo, ciertas ideologías extremas han motivado ataques, como el caso en Toronto en 2018, donde un miembro de la comunidad "incel" causó 10 muertes.
Medidas de prevención
Para reducir la incidencia de estos ataques, se han implementado diversas estrategias:
Infraestructura protectora: Instalación de bolardos y barreras en áreas peatonales y eventos públicos para impedir el acceso vehicular.
Vigilancia y monitoreo: Uso de cámaras de seguridad y patrullajes en zonas concurridas para detectar comportamientos sospechosos.
Evaluaciones de salud mental: Programas para identificar y tratar trastornos psiquiátricos en la comunidad.
Educación y concienciación: Campañas informativas para que la población reconozca señales de alerta y sepa cómo actuar ante situaciones de riesgo.
Los atropellos masivos no motivados por terrorismo representan una amenaza significativa para la seguridad pública. Comprender sus causas y adoptar medidas preventivas es esencial para proteger a las comunidades y reducir la ocurrencia de estos trágicos eventos.