Un prisionero identificado como Lashawn Thompson de 35 años de edad murió en su celda devorado por chinches, en el área psiquiátrica de la cárcel del condado de Fulton, Georgia, Estados Unidos, el pasado 13 de septiembre, pero hasta apenas se dio a conocer el caso públicamente.
Según informes, estos insectos lo habrían devorado vivo a causa de las condiciones insalubres en su celda.
Se reporta que la celda de la prisión estaba en un estado tan lamentable que los equipos de emergencia se vieron obligados a ingresar con trajes de seguridad diseñados para lidiar con materiales peligrosos.
Lashawn Thompson pasó más de tres meses en estas condiciones antes de que los médicos intentaran reanimarlo, pero lamentablemente, ya era demasiado tarde.
La autopsia reveló que el cuerpo del prisionero estaba infestado de pequeños insectos, que presumiblemente eran chinches debido a su tamaño.
Cuando los paramédicos recuperaron su cuerpo, notaron que presentaba cortes y lesiones en la cara, así como en las extremidades superiores e inferiores, consecuencia de las repetidas picaduras de estos insectos.
Esta tragedia resalta la importancia de abordar las condiciones inhumanas en las prisiones y la necesidad de tomar medidas preventivas para evitar futuros incidentes de este tipo.
"This is the most inhumane inmate death I’ve seen."
— Zac Summers (@ZacOnTV) April 12, 2023
The family of Lashawn Thompson, an inmate who died inside a Fulton Co. Jail cell last year, is calling for sweeping changes. The 35-year-old's family say he was "eaten alive by insects and bed bugs." Story at 6pm. @ATLNewsFirst pic.twitter.com/vTfeVH7Cd5