Una mujer identificada como Shaneka Ann McKinzie, de 36 años, de Miami, EUA, ha sido arrestada y acusada de asesinato en primer grado después de confesar haber estrangulado a su hijo de 8 años, identificado como Jaisyn Burgos, mientras dormía.
Las autoridades han calificado el crimen como "inimaginable".
El martes por la noche, McKinzie llevó a su hijo al hospital en Miami, donde fue declarado muerto.
La madre confesó a los investigadores que había conspirado durante los últimos dos días para matar a su hijo.
Según la policía de Miami-Dade, mientras el niño dormía en el asiento trasero del vehículo de McKinzie, ella utilizó un mantel para asfixiarlo y estrangularlo hasta que dejó de responder.
Lo increíble del caso radica en que, después del homicidio, McKinzie condujo por varias partes del condado realizando recados con el cuerpo inconsciente de su hijo en el vehículo.
La policía se pronunció sobre la situación, describiéndola como un acto difícil de comprender.
"Es muy difícil entender cómo una madre no solo puede planear asesinar a su hijo, sino que después de llevar a cabo este asesinato continúa con su día como si nada hubiera pasado".
Expresó el detective Andre Martin.
Una autopsia confirmó que el niño fue estrangulado. Además, se reveló que Jaisyn no había estado matriculado en la escuela desde que su madre lo trasladó a Miami desde Missouri un año antes, y que el padre del niño falleció unos años atrás, según información proporcionada por NBC Miami.
Tras la confesión de McKinzie, fue arrestada y acusada de asesinato en primer grado. Se le ordenó la detención sin derecho a fianza, y en su comparecencia inicial ante el tribunal, se designó una defensora pública.