Nuevo León.- Existen múltiples rituales que incluyen diferentes técnicas de seducción. Por ejemplo los pingüinos, que eligen el canto como su método de conquista, el macho entrega a la hembra una piedra, si ella la acepta, memorizan juntos un canto conocido como “la canción del corazón” ya que los pingüinos eligen una pareja para toda la vida. Otras especies prefieren el baile, tal es el caso de los flamencos, cuyo ritual es ejecutado en simultáneo por todos los miembros de una misma colonia. Una vez que la hembra ha seleccionado al macho se alejan del grupo y eligen un lugar para estar solos un ratito.El cortejo entre osos polares es intenso y aventurero, y puede confundirse fácilmente con un juego de persecución. Tras olfatear el rastro de una hembra fértil, el oso macho sigue sus huellas hasta dar con ella, para luego corretear y jugar en la nieve antes de retirarse a un sitio solitario.En algunas especies, sólo los machos que construyen la guarida más espectacular, como es el caso del pergolero pardo, logran ganar el corazón de las hembras. Ramita a ramita, estas aves construyen una pérgola destinada únicamente, al cortejo, la decoran artísticamente con conchas, latas, flores o de objetos inusuales con el objetivo de impresionar a las hembras y sobre todo, superar las creaciones de sus vecinos.Así que ya lo sabe, el romance no está muerto, y si de alguien podríamos aprender un par de cosas sobre cortejo y romance, es de los animales.