Tiburcio Gabilondo Gallegos se parece mucho a su padre. En especial, los ojos. Y cuando canta -que lo hace muy poco-, su voz es sorprendentemente similar a la de “Cri Cri”.
Hijo del tercer matrimonio de Don Francisco Gabilondo Soler, Tiburcio se encarga del legado artístico de su padre y hoy promueve la más grande exposición que jamás se ha montado sobre el entrañable compositor, y que orgullosamente se exhibirá en el Museo del Noreste, a partir del domingo.

La obra de “El Grillito Cantor” ha sobrepasado generaciones y fronteras, pero… ¿cómo era Gabilondo Soler un día cualquiera? ¿qué tal fue como papá? Es su hijo quien lo cuenta.
“Siempre me preguntaban, ¿qué se siente ser hijo de Cri Cri?. Yo no sabía, porque yo era hijo de Don Pancho Gabilondo, en casa era Don Pancho.
“Era muy jovial, muy divertido, siempre estaba conversando, siempre hacía bromas, contaba chistes, estaba riéndose. Era muy divertido, pero también era un señor muy dedicado a estudiar, le gustaba estudiar lo que él quería. Todos los días una hora de francés, todos los días un poco de idiomas, un poco de historia, los cálculos astronómicos los hacía por la mañana. Y ya en las noches veía un ratito la tele, que también le gustaba. Le gustaba divertirse. Con él nunca te aburrías, jamás”, recuerda.

Aunque Tiburcio reconoce que tardó en darse cuenta de la fama de su papá, en cuanto lo supo se llenó de orgullo, mismo que ha ido creciendo al paso del tiempo al conocer hasta dónde ha llegado su obra.
Ha descubierto cosas muy interesantes sobre su papá y su carrera, como el cómic que hubo en 1938, que se publicaba en una revista que se llamaba Paquito.
”Él empezó como compositor de música, y estaba explorando, pero ya tenía un número de canciones festivas, y él las quiso llevar a la estación más importante de la época, que fue La “W”. Y ahí fue donde recibió la sugerencia del dueño que mejor hiciera canciones para niños".

Y así lo hizo y muy bien, pues sus canciones no tienen vigencia, tan es así que captan la atención de los niños y grandes, quienes seguramente preguntan ¿cómo surgió el ratón vaquero?, tal como de chicos lo hicieron sus papás.
Durante los primeros años del cine, tanto en el cine mudo, como los primeros años del sonoro, había vaqueros, de ahí salió la idea.
