Monterrey mantiene su racha invicta al vencer a Mazatlán

Con la ilusión de tener un cierre de semana excelso fue que la afición rayada llegó al Gigante de Acero, para presenciar el duelo de la pandilla ante el Mazatlán, un partido que en papeles, parecía sencillo para los dirigidos por "Tano" Ortiz, pero conforme pasaron los minutos, parecía complicarse.

Pasadas las 7 de la tarde fue que el silbatazo que indicó el inicio del enfrentamiento retumbó en el cielo que divisa la imponente imagen del Cerro de la Silla, ante las 42,085 almas que se dieron cita en el coloso de Guadalupe con el firme deseo de ver a su equipo seguir ubicados en la cima de la Liga invictos.

Y no pasaría mucho para que el estadio explotara en júbilo ante el primero de la noche, gracias a un potente tiro cruzado cortesía de Gerardo Arteaga al minuto 18', el número 3 festejó su segundo gol con la pandilla, la gente estaba contenta, y armonizaba el trámite del partido con el cántico de "Vamos vamos Monterrey".

Mazatlán hacía lo propio, y con un disparo desde la media luna del área intentó penetrar la portería rayada, pero el "Sabandija" Andrada voló hacia su costado izquierdo para evitarlo, la gente respondió ante lo visto con una oleada de aplausos para el arquero albiazul.

Minuto 37', el balón cayó hacia el círculo central del campo a pies de Jordi Cortizo, quien lanzó un trazo largo que llegó hasta el tercer cuarto del terreno de juego, donde Canales sacó un disparo que el arquero cañonero, Hugo González, desvió, pero oportunamente apareció desde atrás GermánBerterame para meter el contrarremate que puso 2-0 el marcador a favor de la Pandilla.

La primera mitad acabó con un sabor dulce para la fanaticada albiazul, pero al 59' de la segunda mitad el panorama parecía complicarse. Los mazatlecos se metieron al marcador, 2-1 indicaba la pizarra, aunque la afición no desistió y seguía cantando para llevar adelante a su equipo. 

Al 79' la gente explotó de nuevo, por una supuesta mano en el área, el árbitro indicó penal, pero el grito de euforia se transformó en un sonoro abucheo cuando el central indicó que se anulaba dicho penal después de revisar el VAR, el marcador seguía igual y aún quedaba tiempo por jugar, pero no pasó más.

Y así, la Pandilla continuó con su paso firme en la liga, aún sin conocer la derrota, y con una afición contenta que despidió el partido cantando a todo pulmón el "Señores yo soy Rayado y tengo aguante".

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