Buscando enaltecer el legado deportivo y humano local, el Instituto Estatal de Cultura Física y Deporte (INDE) instaló un altar de muertos y ofrenda en la Villa Deportiva CARE Niños Héroes para honrar a los Niños Campeones de las Ligas Pequeñas en 1957.
Este homenaje contó con la colaboración de alumnos y deportistas del Centro de Alto Rendimiento (CEDAR), personal de la Villa Deportiva Carlos Bremer y de la Dirección de Calidad en el Deporte.
Sobre este homenaje, la jefa de la Villa, Marcela Pérez, resaltó la importancia de preservar las tradiciones mexicanas y de tener siempre presentes a quienes pusieron el nombre del país y de Nuevo León en lo más alto del mundo.

“Hay que continuar y seguir viviendo nuestras tradiciones, ahora nos tocó la conmemoración por el Día de Muertos, fechas que nos recuerdan a aquellas personas que se nos adelantaron en el camino, pero que siguen estando cerca de nosotros al recordarlas con cariño y respeto”, señaló.
Durante la apertura del altar estuvieron presentes Rafael Estrello y Mario Ontiveros, parte de ese legendario equipo que logró una hazaña inédita en su tiempo. Además, por motivos personales, José Maiz, también jugador de ese equipo, no pudo asistir.

ELLOS FUERON LOS CAMPEONES DE LAS LIGAS PEQUEÑAS EN 1957
Ricardo Treviño
Jesús Contreras
Rafael Estrello
Alfonso Cortez
Gerardo González
José Maiz
Ángel Macías
Enrique Suárez
Roberto Mendiola
Francisco Aguilar
Baltazar Charles
Norberto Villarreal
Mario Ontiveros
Fidel Ruiz
Los entrenadores fueron César L. Faz, Harold Haskins y José González Torres.
UNA HAZAÑA PARA LA HISTORIA
El equipo de la Liga Pequeña Industrial de Monterrey se convirtió en el primer equipo no estadounidense en ganar las Ligas Pequeñas, pero no solo eso, los apodados "Pequeños Gigantes" derrotaron a nueve equipos americanos consecutivos para ganar el título, donde el pitcher, Ángel Macías, se convirtió en el único jugador en la historia de este certamen en lanzar un "juego perfecto".
