Carlos Hurtado, conocido como “El Señor de Miami”, falleció este domingo 2 de noviembre en la Ciudad de México, según confirmaron diversos medios y periodistas deportivos. Durante más de cuatro décadas, Hurtado se consolidó como uno de los promotores con mayor poder en el futbol nacional.
Su nombre estuvo estrechamente ligado a la historia de la Liga MX, siendo pieza clave en fichajes, transferencias y negociaciones tanto de jugadores como de entrenadores. Su influencia alcanzó su punto máximo en los años 80, 90 y principios de los 2000, cuando operaba entre clubes, federativos y representantes internacionales.
Sin embargo, su figura también estuvo rodeada de controversia por las acusaciones de opacidad y control en la toma de decisiones de algunos equipos.
El vínculo con Cruz Azul
Una de las relaciones más emblemáticas de Hurtado fue con Cruz Azul, donde mantuvo una estrecha cercanía con la administración de Guillermo Álvarez Cuevas. Bajo su influencia, muchos de los fichajes de La Máquina, tanto nacionales como extranjeros, estuvieron ligados a su promotora.
Esta conexión lo colocó en el centro de la polémica por presunta injerencia en la política deportiva del club, aunque Álvarez siempre negó públicamente que Hurtado tuviera un papel formal en la institución, calificando su presencia como una “leyenda urbana”.
Una figura de poder y controversia
Conocido por su amplia red de contactos en clubes, directivos y federaciones, Carlos Hurtado fue considerado por muchos como “el hombre detrás del futbol mexicano”.
Exjugadores como Carlos Hermosillo y Francisco Palencia reconocieron su peso en decisiones clave, desde la llegada de técnicos hasta movimientos de jugadores.
Además, fue un intermediario constante en transferencias entre México y Sudamérica, lo que lo posicionó como un operador con proyección internacional.