Acusan en Francia a Benzema de tener vínculos terroristas

El ministro de Interior galo, Gérald Darmanin, afirma que el astro francés 'tiene vínculos notorios con los 'Hermanos Musulmanes'.

El ministro de Interior francés, Gérald Darmanin, ha hecho una impactante afirmación sobre el reconocido futbolista Karim Benzema, acusándolo de tener vínculos con los Hermanos Musulmanes, una organización islámica transnacional considerada terrorista en Francia. 

En declaraciones a CNews, el ministro afirmó: "El señor Karim Benzema tiene vínculos notorios con los Hermanos Musulmanes".

Estas acusaciones surgieron tras el apoyo público de Benzema a los habitantes de Gaza, que están sufriendo los efectos devastadores de los recientes bombardeos. En un mensaje en sus redes sociales, el ex futbolista del Real Madrid expresó su solidaridad: "Todas nuestras oraciones por los habitantes de Gaza que, una vez más, son víctimas de estos injustos bombardeos que no perdonan ni a mujeres ni a niños".

¿Quiénes son los Hermanos Musulmanes?

Los Hermanos Musulmanes, una organización reconocida como terrorista en numerosos países, tienen una influencia significativa en el mundo árabe. Fundada como resistencia al colonialismo británico y como alternativa a la cultura materialista occidental, la Hermandad aboga por la implementación gradual y pacífica de las leyes y principios islámicos en todos los aspectos de la vida, incluyendo lo personal, social, político, económico y cultural, basándose en el Corán y la Sunna.

A lo largo de los años, la interpretación de algunos de estos principios ha evolucionado. Aunque los líderes actuales de la organización han cambiado ciertas políticas, como la aprobación del multipartidismo, siguen defendiendo un estado civil vago basado en principios islámicos. Además, en el ámbito económico, abogan por el liberalismo con ciertos sectores estratégicos bajo control estatal. Los líderes principales de la Hermandad son empresarios que financian las actividades del grupo con parte de sus ganancias.

Esta acusación del ministro Darmanin ha generado un debate público intenso en Francia sobre las relaciones entre deportistas prominentes y organizaciones políticas y religiosas, y plantea preguntas sobre la libertad de expresión y las creencias personales en el contexto de las figuras públicas.

 

 


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