La ruta intermunicipal Saltillo–Ramos Arizpe se ha convertido en una de la más criticadas por los usuarios del transporte público en en la región sureste de Coahuila, donde algunas de ellos señalan que sus unidades son un un símbolo del deteriorado y pésimo servicio que prestan sus concesionarios.
Los usuarios denuncian unidades obsoletas, choferes agresivos y riesgos constantes, mientras las autoridades mantienen sin solución los accidentes y fallas mecánicas que ocurren con frecuencia.
El más reciente caso ocurrió el martes cuatro de noviembre, cuando un camión perdió la transmisión en pleno bulevar Venustiano Carranza. El hecho desató nuevamente reclamos de pasajeros que consideran el servicio un peligro.
“Este transporte ya está muy obsoleto”, resumió Hipólito Esquivel, quien agregó que “el eje se oye muy feo cuando suben, los camiones la curva de DeAcero, ya deberían sacarlos.”
Los pasajeros coinciden en que las unidades carecen de mantenimiento y operan en condiciones que ponen en riesgo a los usuarios.

“Hay asientos rotos y motores que suenan como si se fueran a caer, y los choferes van rápido y son muy groseros “ precisó Esquivel.
Para Francisco Cedillo, quien usó la ruta por más de un año, la falta de control sobre los operadores es otro problema grave.
“Siempre van llenos, dejan gente tirada. A veces ni respetan la credencial de adulto mayor. La autoridad debería revisar a los dueños, contratan a cualquiera.”
Las denuncias no solo apuntan al mal estado de los camiones, sino también a la actitud de los conductores.
María Inocencia, vecina de Ramos Arizpe, narró que ha presenciado accidentes por exceso de velocidad.
“Siempre van a la carrera. La otra vez chocaron por donde está la gasolinera. Está fatal.”

Jonás Flores, otro usuario, lamentó que las unidades circulen sin placas ni revisión técnica.
“Andan fuera de modelo, llenos y sin control. Viajar con niños es un riesgo.”
El joven Diego Rivera opinó que el problema se ha normalizado y que la falta de alternativas mantiene a la ciudadanía cautiva.
“No hay opciones, pero estas rutas ponen en riesgo a la gente. No sé si esperan a que pase una tragedia para hacer algo.”
Los usuarios coinciden en que el servicio requiere una intervención inmediata.
“O lo arreglan o que lo quiten”, advirtió Esquivel. “Ya son camiones de la muerte.”