Tres contenedores industriales llenos de pilas alcalinas fueron abandonados a cielo abierto sobre el camino a la Hacienda La Esmeralda, a escasos metros de la comunidad de Cañada Ancha, lo que generó alerta por el riesgo ambiental y de salud que representan.
El alcalde Tomás Gutiérrez Merino calificó el hecho como un acto grave contra la ecología del municipio y anunció una recompensa de 50 mil pesos a quien proporcione información que permita identificar a los responsables.
“Se trata de un tema delicado para la salud y el medio ambiente. No podemos permitir que este tipo de residuos se dispongan de manera irresponsable”, señaló.
El hallazgo de los recipientes, conocidos como totes, destapó además la existencia de otros tiraderos clandestinos en la misma zona.
En al menos dos puntos adicionales fueron detectados desechos industriales a cielo abierto, entre ellos plásticos y hule espuma, algunos con etiquetas de empresas instaladas en Ramos Arizpe, como Worldwide Superabrasives, con domicilio en el Parque Industrial FINSA.
Las autoridades municipales informaron que el material será retirado por una empresa especializada y que ya se interpuso una denuncia formal para que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y Protección Civil realicen las investigaciones correspondientes.
El Ayuntamiento exhortó a la ciudadanía a denunciar cualquier actividad relacionada con la disposición ilegal de desechos peligrosos y reiteró que estos actos no quedarán impunes.
A pesar de que Coahuila cuenta con el Centro Integral para el Manejo y Aprovechamiento de Residuos Industriales (CIMARI), ubicado a poco más de 100 kilómetros de Ramos Arizpe, la persistencia de basureros clandestinos refleja la falta de control en el manejo de desechos de algunas compañías y mantiene en riesgo a las comunidades aledañas.