Con apenas 14 años, la joven Sofía Rangel, estudiante de la secundaria Margarita Maza de Juárez, se prepara para emprender una nueva etapa en su vida académica y deportiva, al viajar a Italia para integrarse a un equipo de ciclismo y continuar su preparación rumbo a competencias internacionales. Hija de un exrepresentante olímpico de México, Sofía ha heredado el talento y la disciplina que caracterizan a su familia.

Aunque sus compañeros se preparan para los festejos de fin de curso, Sofía se despide entre lágrimas y emoción, consciente de que el proceso que inicia podría durar al menos un año. Sus padres viven sentimientos encontrados: su madre reconoce que siempre vio en ella un gran potencial, aunque no imaginó que su hija volaría tan pronto, mientras que su padre expresa orgullo y confianza en el esfuerzo que su pequeña emprende en busca de sus sueños.

Antes de partir, Sofía compartió que cuando se siente triste o enojada, canaliza sus emociones pedaleando, y hoy, esa energía la impulsa a dar el siguiente paso en su carrera. Sus maestros y compañeros la consideran un ejemplo de perseverancia y enfoque positivo, recordando que detrás de cada logro juvenil hay también el compromiso y el apoyo incondicional de la familia.