El mes pasado, una fuerte corriente de agua arrasó con parte de la banqueta y un puesto emblemático en el cruce de Rayón y Presidente Cárdenas: el de las tradicionales Gorditas de la Cruz Roja, atendido por don José Cortés y su familia desde hace más de 50 años. La tormenta no solo dañó la infraestructura, también se llevó mercancía y recuerdos, obligando a la familia a empezar prácticamente desde cero.
Hoy, después de semanas de trabajo y con el avance en las obras del canal, el aroma de las gorditas vuelve a sentirse en la zona. El puesto, reconstruido y pintado con apoyo del municipio, fue colocado unos metros más adelante de su ubicación original. Para don José y los suyos, regresar significa más que vender; es volver a abrir las puertas de un lugar que ha acompañado a varias generaciones.

Con la ilusión renovada y el respaldo de clientes, vecinos y familiares, la familia Cortés celebrará mañana su reinauguración con una promoción especial: gorditas a mitad de precio desde las ocho de la mañana. Más allá de la venta, este regreso es un recordatorio de que, después de la tormenta, siempre hay espacio para la esperanza y la unión comunitaria.