Especialistas en psicología de Saltillo señalaron que los jóvenes de nuevo ingreso en secundaria y preparatoria pueden experimentar ansiedad y estrés durante los primeros días de clases, debido al cambio de nivel y la adaptación a un nuevo entorno escolar.
Las especialistas explicaron que es común que los estudiantes muestren cambios de comportamiento, alteraciones en el estado de ánimo y síntomas de nerviosismo o preocupación excesiva. Asimismo, destacaron la importancia de que padres y docentes estén atentos a señales como irritabilidad, retraimiento, dificultad para concentrarse o alteraciones en el sueño.
La psicóloga clínica Laura Méndez comentó que muchos adolescentes enfrentan temores relacionados con la aceptación social y el rendimiento académico.

“Al llegar a un nuevo plantel, los jóvenes se sienten inseguros, pues temen no encajar con sus compañeros o no cumplir con las expectativas académicas. Esto puede generar desde dolor de cabeza y malestar físico, hasta episodios de ansiedad más serios si no se atienden a tiempo”, señaló.
Por su parte, la especialista en psicopedagogía Adriana Torres indicó que el acompañamiento de los padres es clave en esta etapa de transición.
“Lo más recomendable es que los papás hablen con sus hijos, los escuchen y validen sus emociones. Muchas veces el simple hecho de preguntar cómo se sienten y darles confianza para expresarse reduce notablemente el nivel de estrés”, comentó.

Padres de familia también compartieron su experiencia. María González, madre de un estudiante de nuevo ingreso en secundaria, explicó que su hijo pasó noches de insomnio antes del primer día de clases.
“Me decía que no sabía si iba a hacer amigos o si lo iban a aceptar. Lo notaba nervioso, hasta con dolor de estómago. Lo que hice fue acompañarlo, recordarle que todos están en la misma situación y eso lo tranquilizó un poco”, relató.
Ante este panorama, las psicólogas recomendaron fomentar un ambiente de apoyo, mantener la comunicación abierta con los jóvenes y acompañarlos en la adaptación a su nuevo entorno escolar para facilitar la transición y prevenir problemas emocionales más graves.