Cansados del silencio y la inacción de las autoridades educativas, padres de familia de la Escuela Secundaria Venustiano Carranza, ubicada en la colonia Nuevo Teresitas, decidieron cerrar el acceso principal al plantel, denunciando una grave situación de acoso y bullying dentro de la institución, donde el propio director, José María, ha sido señalado como principal agresor.
La protesta fue encabezada por madres y padres de estudiantes de ambos turnos, quienes exigen la destitución inmediata del director.
De acuerdo con sus testimonios, no se trata de un caso aislado, sino de una conducta repetitiva y alarmante: burlas, apodos ofensivos y trato humillante, especialmente hacia las alumnas, lo que ha generado miedo y ansiedad entre los estudiantes. Algunos afirman que incluso temen regresar a clases.
“El mismo director les pone apodos, los humilla frente a otros y hasta permite que entre alumnos se agredan sin hacer absolutamente nada. Ya estamos hartos, nuestras hijas tienen miedo de ir a la escuela”, señaló una madre visiblemente molesta y al borde del llanto.
Lo más indignante para las familias es que, pese a múltiples denuncias ante la Secretaría de Educación, no se ha dado solución.
“Hemos buscado ayuda, hemos entregado oficios, hemos hablado con supervisores. Y nada. ¿Cuántos niños más deben ser víctimas antes de que actúen?”, expresaron durante la manifestación.
Este miércoles, al intentar hablar directamente con el director José María para exigirle respuestas, el funcionario fue retirado del plantel casi escoltado por un profesor de geografía y otros administrativos, quienes evitaron que fuera abordado por los manifestantes.
La escena provocó aún más indignación entre los presentes, quienes vieron en ello un intento cobarde de evadir la responsabilidad.
El equipo de INFO7 acudió al lugar y fue testigo de la tensión entre padres, alumnos y personal de la secundaria.
Uno de los maestros implicados en la protección del director se negó a dar declaraciones y evitó a toda costa a las cámaras, lo que incrementó la sospecha y molestia de la comunidad escolar.
Alumnas entrevistadas mencionaron que se sienten vulnerables dentro de la escuela, y que el acoso no solo proviene de compañeros, sino también de adultos que deberían protegerlas.
"Hay muchas que lloran todos los días antes de venir. Ya no es una escuela, es una pesadilla", declaró una de las estudiantes, quien pidió mantener el anonimato por temor a represalias.
Los padres advirtieron que no permitirán el regreso a clases hasta que el director sea removido y se garantice un ambiente seguro para sus hijos.
“Estamos luchando por el respeto y la dignidad de nuestros hijos. Y no vamos a parar”, concluyeron.
Mientras tanto, la Secretaría de Educación guarda silencio.
Y el miedo dentro de las aulas sigue creciendo.
