En plena rotonda ubicada al final de la calle Alameda Zaragoza, en la colonia Saltillo 2000, una mujer identificada como doña Maribel ha levantado un pequeño cuarto improvisado donde actualmente vive.
Esta rotonda, que marca el límite de la colonia, solía estar rodeada de terrenos baldíos y tejares, pero ahora es hogar de esta mujer, quien duerme en una cama colocada en medio de la vialidad.
Originaria del estado de Veracruz, doña Maribel relata una vida marcada por el sufrimiento: asegura que tanto ella como su madre fueron víctimas de secuestro y que sus hijas le fueron arrebatadas.
Desde hace un mes, vive sola en ese sitio, lejos de la sociedad, cocinando a la intemperie con los pocos recursos que algunas personas solidarias le proporcionan, como alimentos o dinero.
Su historia ha generado preocupación entre vecinos y visitantes, no solo por las condiciones en las que habita, sino también por el riesgo que representa vivir en medio de una vía vehicular.
La presencia de doña Maribel en ese lugar deja abierta una pregunta profunda: ¿es justo que una mujer tenga que vivir en tales condiciones sin que exista una intervención real de las autoridades?