Han pasado ya dos semanas desde que un niño de ocho años resultó herido en el cuello tras recibir un disparo con una pistola de postas en la colonia Praderas, y hasta el momento no se ha iniciado ninguna acción legal contra el menor agresor, lo que ha generado indignación en la familia afectada.
La madre del menor lesionado, quien decidió mantener su identidad en el anonimato por temor a represalias, denunció públicamente que las autoridades han sido omisas y que existe un presunto encubrimiento debido a que el padre del menor agresor trabaja como escolta de un funcionario público con presunta influencia dentro de la Fiscalía General del Estado.
“Mi hijo pudo haber muerto. No fue un juego, fue un disparo al cuello. ¿Qué están esperando para actuar? ¿Qué le pase algo peor?”, declaró entre lágrimas la madre, quien teme por su seguridad y la de su hijo.
Además de la falta de acción, la denunciante aseguró que desde que interpuso la queja ha sido víctima de amenazas y hostigamiento. Incluso, actualmente enfrenta una orden de restricción impuesta por el padre del menor señalado como responsable.
“Ahora resulta que yo tengo que mantenerme alejada, cuando fue mi hijo el que terminó herido. Me están intimidando, me quieren callar, pero no lo voy a permitir. No voy a parar hasta que se haga justicia”, aseguró.
La mujer expresó su frustración ante lo que considera un uso indebido de poder e influencias para encubrir el caso. Mencionó que ha buscado apoyo en diversas instancias, pero hasta el momento no ha recibido una respuesta clara ni una atención real a su denuncia.
“Solo quiero que me dejen mostrar las pruebas que tengo. No quiero venganza, solo justicia. Que no se proteja a nadie, sea quien sea”, añadió.
En su testimonio, la madre también alertó sobre el comportamiento del niño agresor, a quien describió como violento y acosador.
“Ese niño ya había tenido problemas con otros vecinos. Tiene actitudes agresivas, molesta a los demás, y los papás siempre lo defienden. Si no se hace algo ahora, va a crecer pensando que puede hacer lo que quiera sin consecuencias”, advirtió.
Finalmente, la madre hizo un llamado directo a la Fiscalía General del Estado, al DIF y a las autoridades de derechos de la infancia, exigiendo que se garantice la seguridad de su hijo y se actúe con imparcialidad, sin influencias externas.
“Estoy cansada de tener miedo. Si algo me pasa a mí o a mi hijo, hago responsable directamente a las autoridades que han hecho oídos sordos. Ya basta de encubrimientos”, sentenció.
La familia ha pedido también el respaldo de organismos de derechos humanos y colectivos ciudadanos para visibilizar el caso y evitar que quede impune.