Cada fin de semana, el municipio de Arteaga, considerado Pueblo Mágico, recibe a miles de visitantes, especialmente en la zona de la Alameda. Familias, turistas y locales disfrutan del aire libre, la comida y el ambiente tranquilo que caracterizan a este destino.
Sin embargo, al terminar la jornada dominical, el paisaje cambia drásticamente: la magia da paso a montones de basura que ensucian el lugar.

El acceso gratuito a la Alameda podría ser parte del problema. Al no haber un costo de entrada, pareciera que también desaparece el sentido de responsabilidad por mantener limpio el espacio.
Los encargados de recoger la basura son los trabajadores del municipio, quienes cada semana enfrentan la misma tarea. Esto plantea una pregunta clave: ¿cuánto le cuesta al Ayuntamiento esta limpieza constante?

Si bien algunos comerciantes establecidos en la zona pagan renta, lo que podría contribuir al financiamiento del mantenimiento, hay muchas áreas donde no hay locales comerciales y aun así se encuentran residuos, incluso prohibidos, como envases de cerveza.
Esta situación refleja la falta de conciencia de algunos visitantes y pone en evidencia la necesidad de reforzar la cultura del cuidado ambiental, así como posibles medidas que involucren a todos los usuarios en la conservación de este espacio público.