Dos mariposas monarca identificadas con etiquetas procedentes de la región de los Grandes Lagos, en Estados Unidos, fueron registradas este noviembre en el Cañón de San Lorenzo de Saltillo, confirmando nuevamente el papel de Coahuila como punto clave en la ruta migratoria que cada otoño siguen estos insectos desde Norteamérica hacia los santuarios de Michoacán.
Cada otoño, miles de monarcas cruzan el cielo coahuilense como parte de un viaje de casi 4 mil kilómetros, en el que buscan descanso, alimento y resguardo temporal en la Sierra de Zapalinamé, dentro del área natural protegida que ofrece sombra, humedad y vegetación nativa como nogales, mezquites y huizaches.
“Las mariposas que llegan a Coahuila ya son parte de la generación que viaja hacia el santuario y recorren la miles de kilómetros antes de llegar”, explicó Linabeth Flores, integrante del programa Correo Real de Profauna A.C.
El hallazgo de los ejemplares etiquetados se logró mediante el sistema de monitoreo creado por la organización Monarch Watch, que permite trazar la ruta migratoria y comprobar la conexión entre los ecosistemas de Estados Unidos y México.
“Gracias al etiquetado sabemos de dónde vienen y cuántos kilómetros han recorrido. Estas que encontramos en San Lorenzo viajaron más de dos mil desde la zona de los Grandes Lagos”, detalló Flores.

De acuerdo con Alejandra Rodríguez Zamarripa, también integrante de Correo Real, el proyecto —que nació en 1992 como una iniciativa de ciencia ciudadana— involucra a observadores en todo el país que reportan la llegada de mariposas, las condiciones del clima y los tipos de árboles en los que descansan.
“Con esos datos construimos un mapa nacional de observación que permite entender cómo cambia la migración cada año”, señaló.
Además del Cañón de San Lorenzo, las monarcas han sido observadas en la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, la Alameda Zaragoza y zonas altas de la Sierra de Arteaga, donde forman grupos conocidos como “perchas” para conservar el calor antes de continuar su travesía.

Las especialistas advirtieron que el fenómeno migratorio de la mariposa monarca está considerado en riesgo por la pérdida de hábitat y los efectos del cambio climático.
“El fenómeno migratorio está en peligro de extinción, aunque la especie como tal no lo está. Por eso pedimos que la gente no las capture ni las toque, solo las observe y cuide los espacios donde descansan”, comentó Flores.
La Norma Oficial Mexicana NOM-059 prohíbe la captura o manipulación de ejemplares de esta especie.
Desde Coahuila, ambientalistas insisten en que proteger sus rutas de descanso es fundamental para mantener vivo uno de los viajes naturales más extraordinarios del planeta.