Con música, aromas irresistibles y más de tres mil asistentes disfrutando de la convivencia, el Festival de la Paella 2025 se consolidó como una de las celebraciones gastronómicas más queridas del norte del país. La décimo quinta edición se llevó a cabo este sábado en los jardines de la Universidad La Salle Saltillo, reuniendo a cocineros, familias, estudiantes, empresarios y autoridades en torno a una tradición que combina gastronomía, cultura y solidaridad.
El evento, organizado por la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC) Coahuila en coordinación con el gobierno Municipal de Saltillo y el apoyo del Gobierno del Estado, superó las expectativas con más de 35 equipos participantes y 40 puntos gastronómicos instalados. La competencia se dividió en categorías profesional y amateur, con dos estilos: paella valenciana y paella libre, entregando una bolsa de premios superior a $150,000 pesos.

La directora de Turismo de Saltillo, Lydia María González Rodríguez, quien acudió en representación del alcalde Javier Díaz González, destacó que el festival reafirma a Saltillo como epicentro de la gastronomía y el turismo en la región. Subrayó que el respaldo del gobernador Manolo Jiménez Salinas y la seguridad que caracteriza a la ciudad son factores clave para que este tipo de eventos sigan creciendo y generen derrama económica local.
Entre los momentos más destacados de la jornada estuvo la participación del alcalde de Ramos Arizpe, Tomás Gutiérrez Merino, quien junto a su equipo y su padre, don Tomás Gutiérrez, preparó una paella valenciana monumental para más de 750 personas, que se convirtió en uno de los puntos más visitados del recinto. Su participación simbolizó la unión regional y la fuerza de los municipios que impulsan la identidad culinaria del sureste de Coahuila.

Desde los primeros minutos del festival, el ambiente fue de celebración: familias disfrutando del clima templado, catas de vino y cerveza artesanal, música en vivo y el desfile de paelleras humeantes que mezclaban mariscos, carnes y vegetales en una competencia que combinó pasión y creatividad. Los jueces, tanto locales como invitados de otras regiones del país, destacaron el alto nivel gastronómico de los participantes y la organización impecable del evento.
El presidente de la CANIRAC Coahuila Isidro García subrayó que este año el festival alcanzó una evaluación promedio de 9.5 sobre 10, superando la edición anterior, y celebró la continuidad de equipos que han participado durante más de una década, junto con la incorporación de nuevas generaciones y universidades que reflejan la vigencia del evento, que dejó una derrama económica de $9.5 millones de pesos.

Además de su carácter festivo, el Festival de la Paella mantiene su vocación solidaria: el 50% de los ingresos por boletaje será destinado al Voluntariado del DIF Saltillo, al Asilo Rompero del Pobre y a la asociación Grupo Reto, dedicada a la atención de mujeres con cáncer. Con esta acción, los organizadores reafirmaron su compromiso con las causas sociales y con la construcción de comunidad a través de la gastronomía.
El cierre del festival estuvo marcado por la convivencia entre cocineros, jueces y familias bajo un atardecer dorado. Entre el sonido de las risas, el aroma de la paella y las copas brindando por la ciudad, el evento reafirmó su esencia: una fiesta que no solo celebra el sabor, sino también el espíritu solidario, la cultura local y el orgullo de pertenecer a una tierra que sabe cocinar con pasión.
