Tras el fallecimiento de una joven saltillense de 25 años durante una liposucción en una clínica de la zona Obispado, han comenzado a circular denuncias ciudadanas que cuestionan la legalidad y las condiciones sanitarias del establecimiento.
En redes sociales, la abogada Kattia Saucedo reveló que hace meses decidió cancelar una cirugía programada en esa misma clínica luego de que no le entregaran documentación básica como la licencia sanitaria, el permiso de construcción y el aviso de funcionamiento.
Saucedo compartió capturas de conversaciones con una asesora de la clínica, en las que solicitó dichos permisos al detectar que el inmueble estaba ubicado en una zona popular y sin la certeza de contar con infraestructura médica adecuada.

“No porque sea financiada vas a aceptar clínicas patito. Me reembolsaron el enganche, me bloquearon y me sacaron de un grupo donde advertí a otras mujeres para que tomaran precauciones”, escribió en su publicación.
Según su testimonio, la clínica ofrecía procedimientos como rinoplastias y liposucciones, y trabajaba con médicos que no necesariamente eran especialistas en el área quirúrgica que practicaban.
El caso ha encendido nuevamente las alertas en Coahuila, donde la Secretaría de Salud ha clausurado temporalmente 50 spas y clínicas estéticas en lo que va del año, 14 de ellas por realizar procedimientos médicos sin personal certificado y 36 por publicidad engañosa.
Las autoridades reiteran que los tratamientos estéticos inyectables y las cirugías plásticas deben ser realizados únicamente por médicos con cédula profesional, especialidad o diplomados avalados, y en establecimientos con permisos vigentes emitidos por COFEPRIS.
