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Ella es Alejandra, una chica de 25 años de edad, triunfadora en el deporte y amorosa madre.
“Mi niño tiene 3 años, está bien chiquito. He sido mamá soltera desde el principio y sí, lo saco adelante”.
Su pasión por el fisicoculturismo la llevó a obtener trabajo de instructora en un gimnasio, sin embargo, esto cobra factura.
“El hecho de no poder llevarlo al kínder, porque entro a las 6 de la mañana. Su primer día de kinder yo no estaba”, comentó.
Para muchas mujeres, la llegada de un bebé trunca sueños, pero para esta chica, la motivación fue su hijo para coronarse campeona nacional absoluta de fisicoculturismo.
“Estuve medio año en preparación, de repente se ganó el absoluto aquí en Monterrey, te vas a concursar a México, todo pagado, todavía es momento que no me lo creo”.
“Estaba combinando lo que me gustaba y teniendo a mi niño a lado entrenado, eso fue lo que más me motivó”, explicó.
Aunque ahora puede costear los gastos de su hijo, al principio fue una odisea.
“Me puse a vender suplementos, tenía que buscar de alguna forma”.
La campeona, sabe que el sacrificio valdrá la pena para su hijo.
“Alejandro, gracias por ser mi motivación más grande todos los días, te amo mucho y todo lo que hago es para ti y para nosotros”, expresó.
Aunque Alejandra intentó prepararme como un campeón, como las mujeres, no hay dos.