Los satélites UNAM-SAT no eran mexicanos
A inicios de los años 1990´s surgieron dos satélites llamados UNAM-SAT, que aparentemente eran un proyecto de la propia Universidad Nacional Autónoma de México, pero en realidad surgieron de una iniciativa de un grupo de radioaficionados en la Ciudad de México liderados por David Libermann Shkolnikof. Este grupo de radioaficionados, ajenos a la máxima casa de estudios, motivados por querer construir un pequeño satélite de radioafición tal como lo hacían en otros países, el cual querían aprovecharlo, una vez puesto en órbita, para realizar diversas comunicaciones con otros radioaficionados de E.U.A., México y parte de Centro América. "Este pequeño grupo buscando apoyo económico de diversas instituciones académicas de México para la realización de este proyecto satelital, fue que finalmente la encontraron en la UNAM. De hecho a raíz de este proyecto, se creó el "Programa de Desarrollo e Investigación Espacial (PUIDE)" bajo cargo del Dr. Salvador Landeros, y quien fuese el Director de la Facultad de Ingeniería, el Ing. Gerardo Ferrando Bravo, para el desarrollo de este satélite", comenta José Jaime Herrera, impulsor de la Agencia Espacial Mexicana. Los bocetos de construcción y diseño electrónico de los dos satélites de la UNAM fueron proporcionados por una asociación estadounidense llamado AMSAT, quien incluso dieron un paquete de ingeniería avanzada donde dicho programa de desarrollo universitario ya no tendría que hacer la ingeniería básica. "El PUIDE bajo esta iniciativa, en vez de generar nueva tecnología satelital 100% mexicana, la adoptó y adquirió de otros países, que por supuesto en su momento los responsables como el Dr. Salvador Landeros, y el Ing. Gerardo Ferrando Bravo, pregonarían a la sociedad y a la institución misma de que hacían un desarrollo completamente mexicano cuando en realidad no lo fue así", explicó José Jaime Herrera. Hoy en día México vuelve a comprar una costosa flota satelital de telecomunicaciones a otros países, que está programada a colocarse en órbita a finales de 2012 para remplazar a los satélites mexicanos Solidaridad 2 y Sat-Mex 5. Si bien bajo el programa universitario PUIDE se pudieron haber obtenido nuevos conocimientos tecnológicos satelitales para uso y explotación para nuestra nación, no se estuviera adquiriendo nuevos sistemas costosos a otros países. "Se descubrió que los dos satélites llamados UNAMSAT-A y UNAMSAT-B, supuestos desarrollos del PUIDE, fueron comprados en su totalidad a la Universidad de Surrey en Inglaterra con un alto costo económico para la Universidad Nacional Autónoma de México, donde incluso el propio Dr. Salvador Landeros fue quién viajó a Inglaterra para ir por ellos y traerlos ya construidos a México", explicó el impulsor de la Agencia Espacial Mexicana. En nuestro país, desafortunadamente, algunos "científicos" no se enfocan por desarrollar más y nueva ciencia, mucho menos en generar patentes a través de las grandes instituciones académicas que se suponen están para ello. Simplemente hacen uso de los recursos asignados como lo fue con los dos satélites de la UNAM, que a final de cuentas no fue tecnología ni desarrollo mexicano.
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