500 millas de Indianápolis regresan para el goce de los fans

El próximo domingo 29 de mayo se celebrarán las 500 millas de Indianápolis, una de las carreras más longevas de la historia del deporte motor.

Con una parrilla de pilotos actual que promete muchas emociones, y con la tensión de todos los equipos por hacer un trabajo perfecto, es un buen momento para recordar quién es el piloto más rápido en el Indianápolis Motor Speedway.Esta es una de las carreras que generan muchísimas historias, pero también muchas curiosidades que puedes conocer de la mano de la casa de apuestas Betway. Una de ellas es precisamente es la edición de 1996, porque está considerada como una de las más raras. Aunque claramente es una de las que han marcado la historia del óvalo más famoso del mundo.En aquellos años, la carrera fue organizada por la nueva IRL (Indy Racing League), fundada por el propietario del circuito de Indiana en ese entonces, Tony George. La polémica se dio por la prohibición para esa edición de la participación de la mayoría de los propietarios de CART, o PPG Indycar World Series, su nombre entonces.Otra curiosidad se dio por las polémicas reglas, entre las cuales estaba la del 25/8 que le daba prioridad a los participantes de la IRL, y sólo 8 puestos para los demás que quisieran inscribirse. Pero la que marcó ese día fue la que dictaba que sólo podían correr con el chasis y los motores homologados por la USAC (United States Auto Club) hasta el año 1995.De tajo, los autos con chasises Lola, Reynard, Penske y All American Racers se quedaban fuera. Curioso porque eran, precisamente, los fabricantes de los autos para la Serie CART.Entonces, los motoristas también se vieron afectados, porque Ford, Honda, Mercedes Benz y Toyota no podrían inscribir sus versiones más recientes de los motores V8 turbo. Entonces, muchos equipos tuvieron que utilizar el motor Ford-Cosworth XB, la versión de 1995, a pesar de montarse sobre chasises Reynard en 94-95, y en Lola hasta 1992.Es cuando hace su aparición el Reynard 94i Cosworth XB de Treadway Racing, el auto que servía como reserva de Jaques Villeneuve en la edición del 94.El equipo tenía previsto clasificar con su auto principal de 1995, pero durante las prácticas descubrieron que la versión del 94 era mucho más rápida. Al volante estaba el holandés Ary Luyendick, y con ese auto en particular registró una vuelta promedio de velocidad de 239.260 mph, o lo que es lo mismo, 385.051 km/h.El récord se mantiene vigente tras 26 años, y sigue sin poder ser roto. Al día de hoy, parece que seguirá por un tiempo más como la vuelta más rápida en la historia de Indianápolis, como resalta el estudio del blog de apuestas Betway.Pero el holandés no sólo tiene ese registro, sino que en esa edición se llevó todo. Marcó el récord absoluto, el récord a una vuelta en clasificación con 237.498 mph, además del récord de cuatro vueltas de clasificación a 236.986 mph.Ese auto, el más rápido de la historia de la “Indy 500”, descansa tal cual como terminó la carrera bajo las luces de las bóvedas del museo del Indianápolis Motor Speedway.


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