En EUA no creen que cambie el trato a Cuba tras salida de Castro

Expertos politólogos no prevén un cambio muy significativo la relación que tiene Estados Unidos con la isla de Cuba ante la repentina salida de Castro

Notimex - La anticipada salida de Raúl Castro de la escena pública internacional después de su relevo como presidente de Cuba, poco o nada alterará el estado actual de las relaciones con Estados Unidos, más allá de la retórica hostil del gobierno que encabeza Donald Trump, de acuerdo con expertos y académicos.Cuando la Asamblea Nacional Cubana se reúna este jueves para elegir un nuevo presidente, está previsto que Miguel Díaz Canel suceda a Castro, marcando la primera ocasión en 59 años en que este último apellido dejará se ser sinónimo del poder en isla, si bien Raúl continuará sirviendo como primer secretario del Partido Comunista Cubano (PCC).Dado que bajo el artículo cinco de la Constitución de Cuba, es esta organización la que orienta y dirige al Estado, por lo que en teoría Castro seguirá ejerciendo influencia, aunque para Elizabeth Newhouse, directora del Programa Cuba del Centro para Política Internacional (CIP), muchos especulan que no será así.“Hay quienes creen que no dure mucho tiempo ahí, porque Castro ya está cansado y lo que quiere es retirarse para regresar a (vivir) en Santiago (donde está enterrado su hermano Fidel)”, dijo la experta en entrevista con Notimex.Newshouse, quien creció en Cuba, dijo que algunos podrían esperar que un gobierno encabezado eventualmente por Díaz Canel pudiera ser más pragmático, pero consideró aventurado tal análisis al hacer notar que es poco lo que sabe del ingeniero de profesión de 57 años de edad.“Nadie sabe lo que realmente piensa, y el mantiene sus ideas muy resguardadas. ¿Qué tanta autoridad va a tener, que tanto poder le van a dar? No se sabe. Si es que va a ser una figura decorativa para los militares o va tener autoridad real, eso es algo totalmente desconocido”, precisó.Para analistas como Angelo Rivero, catedrático de temas latinoamericanos de la Universidad de Georgetown, si bien el eventual ascenso de Díaz Canel como presidente de Cuba representará a un cambio generacional, este es un hombre formado en el PCC, y ha ocupado posiciones importantes.“Yo creo que este cambio generacional, es un cambio político que coincide con el reloj biológico de Cuba y de las Castro, pero esperar que esto vaya a ser un cambio de 180 grados, yo no creo que esto vaya a ser así”, indicó en entrevista.Para Rivero, además de los cambios internos que pudieran producirse bajo un nuevo gobierno, es probable que Díaz Canel y los nuevos cuadros que podrían establecerse en el gobierno en el ámbito exterior se enfocarán en buscar una nueva apertura en el ámbito económico hacia el mundo, más que mirar hacia Estados Unidos.“No creo que los cubanos estén esperando una mano de los estadounidense para solucionar sus problemas ni tratar de establecer relaciones diplomáticas que sean de respeto, y Cuba lo ha demostrado durante 60 años”, indicó.Aunque en décadas recientes Cuba ha podido establecer relaciones decentes con países a través del mundo, Newhouse hizo notar que el nivel de antagonismo con Estados Unidos se ha mantenido en cierto grado, con la llegada al poder de Donald Trump.Dijo que si bien la ausencia del apellido Castro en la escena internacional podría bajar un poco el tono de las tensiones con Estados Unidos y los sectores duros del exilio cubano en Miami, no hay señales de que pueda anticiparse un cambio significativo.Hizo notar la incorporación al gobierno de Trump de Mike Pompeo como secretario de Estado y de John Bolton como asesor de seguridad nacional no hace anticipar cambio alguno, pues ambos “son enemigos jurados de Cuba”.Recordó como el reciente episodio sobre los supuestos ataques sónicos contra funcionarios estadounidenses en Cuba fue utilizado como pretexto para sacar a la mayor parte del personal de la embajada estadounidense en La Habana, y sacar a los diplomáticos cubanos aquí.“Eso funcionó perfectamente para ellos (la administración Trump). Ellos no tienen la intención para nada de cambiar eso. Creo que se va a requerir un presidente diferente aquí, o va a requerir un dramático cambio allá. Nadie de nosotros lo ve venir pronto”, señaló.Antes de ese episodio, que ha sido rechazado de manera categórica por Cuba, Trump firmó en junio del 2017 una orden ejecutiva, revertió algunas de las políticas hacia Cuba implementadas por el expresidente Barack Obama, restringiendo los negocios y los viajes a la isla.Newshouse reconoció que existen aún muchos aspectos de la política hacia la isla que este gobierno pudiera hacer para revertir la apertura iniciada por Obama, y aunque algunas de estas persisten, existen recelo debido a la hostil política de este gobierno.Mencionó la operación de hoteles estadounidenses, y la persistencia de los viajes pese a las restricciones, así como la posibilidad para compañías norteamericanas para efectuar inversiones en empresas que no estén asociadas con el ejército cubano, “pero no lo han hecho porque están asustadas con la retórica hostil de Trump”.Dijo que existe el riesgo de que con Bolton y Pompeo en el gobierno, Trump podría endurecer su postura de manera considerable, incluyendo la posibilidad del cierre de la embajada en La Habana, “pero ojalá lo dejen así”.“En el nivel técnico, hay aún muchas reuniones que continúan sucediendo. Estuve ahí algunos meses (en Cuba) y me reuní con el nuevo encargado de negocios (de la embajada), y él dijo que estas reuniones técnicas continúan y que nadie quiere que acaben. Eso es bueno, no todo ha terminado”, precisó.


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