Sale en libertad ex presidente filipino tras otorgarle indulto

Poco después de las 17:00 hora local (09:00 GMT), los tribunales dieron el visto bueno a que abandonara su arresto domiciliario tras concluir los trámites del perdón presidencial, informó la televisión local GMA. Escasos minutos después, Estrada apareció por la puerta de su casa y fue trasladado en un todoterreno flanqueado por un convoy de vehículos blindados al municipio manileño de San Juan, donde fue recibido por miles de sus seguidores al grito de "Erap -su apodo popular- ha vuelto". Hasta el último momento, su salida en libertad había quedado pendiente del embargo de la mansión en la que vive y del bloqueo de unos 15,5 millones de dólares depositados en cuentas corrientes abiertas en varios bancos filipinos. El portavoz del Tribunal Anticorrupción, Renato Bocar, explicó que este asunto quedará finalmente al margen del indulto porque éste está condicionado a que arregle todas sus causas pendientes con la justicia. La presidenta filipina justificó ayer el perdón por la avanzada edad -70 años- de Estrada, el hecho de que ya lleva detenido más de seis años, tres de ellos en un cuartel militar, y que se ha comprometido a no volver a presentarse al cargo. El ex presidente y actor de telenovelas llevaba "encarcelado" en su lujosa residencia de las afueras de Manila desde julio de 2004, cuando se le autorizó a salir de la prisión en la que ingresó tras ser desalojado del poder en enero de 2001. Antes de conocer que hoy mismo sería un hombre libre, agradeció a Arroyo el indulto concedido por la mandataria -su antigua vicepresidenta y sucesora en la Jefatura del Estado- e insistió en que la "historia reivindicará su inocencia". Tras más de seis años de juicio, el 12 de septiembre fue declarado culpable de aceptar sobornos de las redes que controlan un ilegal negocio de apuestas, apropiación de fondos procedentes de los impuestos del tabaco y cobrar comisiones para favorecer operaciones en bolsa. Estrada fue derrocado mediante una revuelta popular pacífica auspiciada por miembros de la clase política, la jerarquía eclesiástica católica y empresarios de clanes familiares rivales descontentos con la pérdida de poder en el ámbito económico.

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